La ciudad de Jaén se encuentra con pobladores desde el periodo neolítico. Hace 4500 años, tenía una dimensión de 2000 metros aproximadamente, se organizaba en cinco círculos concéntricos, separados por fosos de aguas procedentes de la Malena y Santa María; estas aguas se distribuían por la ciudad.
Las leyendas de Jaén nacen como un todo homogéneo, los cuentos y experiencias que se han trasmitido de generación en generación. Es difícil diferenciar la leyenda de la experiencia, ya que las narrativas son fruto de la tradición oral, trasmitida para recordar algo que causó gran impacto en la mente del pueblo.
Icono de Jaén: El Lagarto de Magdalena
Esta leyenda de Jaén es conocida incluso a nivel de España, como el lagarto de Jaén y popularmente como el lagarto de la magdalena; la cual cuenta sobre un animal que atemorizaba a los pastores a finales del siglo XV y que devoraba sus ovejas.
Este lagarto, según cuenta la historia, atacaba a todas las personas que pasaban por las cercanías del agua, por lo que se exigió al rey se solucionara esto. Un preso negocio su liberación a cambio de acabar con el lagarto, para ello solicito una piel de oveja, pólvora panes y un caballo.
Fue hasta el raudal y empezó a lanzarle los panes al lagarto, llego a una calle sin salida y le lanzo la piel de la oveja rellena con la pólvora, el lagarto se la trago, en pocos minutos exploto por lo que el preso retomo su libertad.
Otras leyendas reconocidas de Jaén
- Entre las leyendas que son religiosas, piadosas y milagrosas, tenemos el viaje de san Eufrasio, Santa Catalina, Virgen de la Coronada, el señor de la Tarima, Cristo del Amparo, San Pedro Pascual y más.
- Las de tipo histórico; la cámara de las estatuas, Alí, la cruz roquera entre otras.
- También existen leyendas de tesoros o de miedo, como el tesoro de la plaza de los huérfanos, el tesoro de zumel, y muchos más.